jueves, 4 de agosto de 2016

Murales soviéticos en la plaza Dzerzhinski


Hubo una época en que la propaganda soviética cubría buena parte de los principales barrios de la ciudad de Moscú. Murales enormes con lemas revolucionarios y dibujos alegóricos de estética vanguardista teñían de rojo las fachadas grises de los edificios decimonónicos, proporcionando a la capital de la Unión Soviética un aura de magnificencia histórica como nunca se ha vuelto a ver en ningún otro lugar. Aunque apenas han transcurrido tres décadas desde el final de la URSS, de todo aquello no queda prácticamente nada. La mayoría de esos murales acabaron siendo desmontados y otros, como los mosaicos construidos en bloques de apartamentos de la periferia, se van desgastando con el paso del tiempo hasta desaparecer por completo. Ahora es la publicidad de carácter global la que inunda las calles de Moscú. Una publicidad cuyo mensaje subliminal construye las nuevas identidades individuales a partir del consumismo y las marcas comerciales como certificados de validez social. Ya no se trata de formar parte de un grupo para construir un mundo mejor, sino de hacerlo para no quedar excluidos de él. El mismo mecanismo psicológico pero con una intención muy diferente.

Uno de los rincones de la capital rusa donde existió la muestra más destacada de esta propaganda fue la plaza Dzerzhinski, la actual Lubyanka. Un espacio ortogonal, junto a la sede del Servicio de Seguridad del Estado, sirvió durante décadas como tramoya decorativa de la estatua del fundador de la Cheka, Félix Dzerzhinski, instalada en una rotonda central. La historia de esta esquina es una curiosa metáfora de lo que fue la propia Unión Soviética, un sistema económico, social y político que con los años acabó devorándose a sí mismo. Porque lo que creó este recinto fue la simbólica demolición de una iglesia en 1935, en pleno estalinismo. Mientras que un hecho tan pragmático como la construcción de un edificio burocrático del KGB acabó con él medio siglo más tarde, en tiempos de la perestroika.


Situación en un mapa actual de los tres murales soviéticos, ya desaparecidos. En el extremo superior de la segunda imagen se puede ver una parte del gran edificio de la Lubyanka, original de 1897 y ampliado en los años 40 del siglo XX. Fue la sede de la Cheka y el KGB y lo es del actual FSB


El espacio propagandístico de la plaza Dzerzhinski (actual plaza Lubyanka), fotografiado en 1979 y en 2015, respectivamente. Los murales fueron reemplazados en 1985 por el edificio de la segunda imagen, un anexo de la sede central del Servicio de Seguridad del Estado, la Lubyanka, que no aparece en ninguna de estas fotos (se encuentra a la izquierda de ambas imágenes)

En la conjunción de la plaza Dzerzhinski con el pasaje Serova (actual Lubyanskiy) y con la calle Kirova (actual Myasnitskaya) existió desde el siglo XVI una pequeña iglesia ortodoxa consagrada a la Virgen de Grebnovskoy. Situada a escasos metros de la sede de la Cheka, la policía política bolchevique, en los años posteriores a la Revolución de Octubre no hubo margen para que dos instituciones tan antagónicas compartiesen la misma calle. Fue por este motivo que la iglesia se destinó a otros usos hasta que en 1935 acabó siendo derruida junto con el resto de las casas adyacentes, incluidas las que había en la acera contraria. Influyó en esta decisión el plan global de reforma urbanística que se había puesto en marcha ese año y que afectó a todo el centro de la ciudad. Después de un breve período de tiempo, los solares vacíos se convirtieron en una improvisada placita abierta por el lado noroeste hacia la calle Kirova y rodeada por las fachadas laterales de las casas comprendidas entre los pasajes Serova y Komsomolskiy Bolshoy (actual Zlatoustinskiy Bolshoy). En una de ellas vivió el poeta cubofuturista Vladímir Mayakovski (1893-1930), en un apartamento que en 1974 se convirtió en su casa-museo.

El nuevo espacio urbano de la plaza Dzerzhinski, que nunca tuvo nombre propio y que medía aproximadamente noventa metros de largo y cuarenta de ancho, fue pavimentado y decorado con parterres de césped y algunos arbustos. En uno de sus extremos se excavó la entrada de un paso subterráneo que hoy en día sigue permitiendo a los viandantes cruzar al otro lado de la plaza Lubyanka, y que da acceso a la línea de metro que pasa por este lugar.

 Fotografía de la calle Myanitskaya tomada en 1915 desde la plaza Lubyanka, con la iglesia de Grebnovskoy a la derecha y las dos fachadas (1 y 2) donde décadas después se instalarán los murales soviéticos. En la primera fachada, al fondo, se ven claramente cinco anuncios publicitarios (faltaban dos años para la Revolución de Octubre). En uno de ellos se puede leer la palabra СМИРНОВ (SMIRNOV). Podría tratarse, perfectamente, de la marca de vodka fundada en 1860

 Un vehículo de agitación y propaganda recorre la calle Myanitskaya en 1924, en dirección hacia la plaza Lubyanka. En la imagen se puede ver la casa donde posteriormente se instalará el primer mural (1). En lo alto hay un cartel con el anuncio УНИВЕРСАЛЬНЫЙ (UNIVERSAL'NYY, "Universal"). Con este nombre se denominan en ruso las tiendas donde se puede encontrar cualquier producto (el tradicional colmado o el actual centro comercial). Toda la publicidad que había en esta pared nueve años atrás ya ha desaparecido

La iglesia de Grebnovskoy, en una fotografía tomada desde el pasaje Lubianskiy entre los años 1927 y 1934

Fotografía de la iglesia de Grebnovskoy vista desde la calle Myanitskaya, supuestamente entre 1930 y 1934. Aunque en esas fechas aún no había sido demolida, la imagen parece retocada (como si se hubiese dibujado sobre un solar vacío). Detrás se encuentra el edificio donde más adelante se colocará el tercer mural, en la esquina de Myanitskaya con el pasaje Serova (actual Lubyanskiy)

El espacio propagandístico de la plaza Dzerzhinski en 1980

Aprovechando que las fachadas laterales de estos edificios quedaron completamente al descubierto, se instalaron en ellas tres murales con propaganda soviética. El primero se colocó en la casa de la esquina de la calle Kirova, bajo un gran letrero de la editorial Книжный Мир (Knizhnyy Mir, "El Mundo de los Libros"). El segundo se ubicó en la casa del centro, entre la de Mayakovski y la de la esquina del pasaje Serova, donde se instaló el tercer mural. Los eslóganes y dibujos representados en ellos fueron variando a lo largo de los años.

En 1979, por ejemplo, los tres lemas rezaban ПРЕВРАТИМ МОСКВУ В ОБРАЗЦОВЫЙ КОММУНИСТИЧЕСКИЙ ГОРОД! (1) (PREVRATIM MOSKVU V OBRAZTSOVYY KOMMUNISTICHESKIY GOROD!, "Convirtamos Moscú en un modelo comunista de ciudad"), ВСЯ ВЛАСТЬ В СССР ПРИНАДЛЕЖИТ НАРОДУ (2) (VSYA VLAST' V SSSR PRINADLEZHIT NARODU, "Todo el poder en la URSS pertenece al pueblo") y ДА ЗДРАВСТВУЕТ НЕРУШИМОЕ ЕДИНСТВО КОММУНИСТИЧЕСКОЙ ПАРТИИ И СОВЕТСКОГО НАРОДА (3) (DA ZDRAVSTVUYET NERUSHIMOYe YEDINSTVO KOMMUNISTICHESKOY PARTII I SOVETSKOGO NARODA, "Viva la unidad indisoluble del Partido Comunista y el pueblo soviético").

Los tres murales en 1979, con las inscripciones comentadas anteriormente

Un lustro después, en 1984, todo el conjunto se convirtió en una auténtica pieza de arte urbano digna de los tiempos de la vanguardia artística revolucionaria, con versos de Mayakovski colgando de las paredes junto al apartamento donde pasó los últimos años de su vida. En el primer mural había un extracto de su extenso poema titulado "Vladímir Ilich Lenin": (1) ПАРТИЯ - БЕССМЕРТИЕ НАШЕГО ДЕЛА (PARTIYA - BESSMERTIYe NASHEGO DELA, "El Partido... la inmortalidad de nuestra causa"). Este poema, escrito en 1924 en homenaje al líder de la Revolución de Octubre, contiene más de 3.000 versos. En el segundo aparecía la parte final del poema "Leninistas", escrito en 1930, el año de su suicidio: (2) ЛЕНИН С НАМИ, БЕССМЕРТЕН И ВЕЛИЧАВ, ПО ВСЕЙ ВСЕЛЕННОЙ ШИРИТСЯ ШЕСТВИЕ-МЫСЛЕЙ, СЛОВ И ДЕЛ ИЛЬИЧА (LENIN S NAMI, BESSMERTEN I VELICHAV, PO VSEY VSELENNOY SHIRITSYA SHESTVIYe-MYSLEY, SLOV I DEL IL'ICHA, "Lenin con nosotros es inmortal y majestuoso, en todo el mundo hay una procesión cada vez mayor - pensamientos, palabras y obras de Lenin"). En el cartel de la derecha se podia leer un fragmento de "Votemos por una producción ininterrumpida": (3) НА КАРТЕ СОЮЗА ИЗ КАЖДОЙ КЛЕТКИ ВСТАЮТ ГИГАНТЫ НА СМОТР ПЯТИЛЕТКИ (NA KARTE SOYUZA IZ KAZHDOY KLETKI VSTAYUT GIGANTY NA SMOTR PYATILETKI, "En el mapa de la Unión, de cada cuadrado se levantan gigantes en la revisión del Plan Quinquenal").


Los poemas de Mayakovski en 1984. En la primera imagen se ven con claridad, a la derecha, la entrada al museo del poeta cubofuturista y un monumento conmemorativo del centenario de su nacimiento

En noviembre de 1985, el inicio de las obras del monumental edificio del Centro de Computación del KGB puso fin a este lugar. La nueva construcción, obra de un equipo de arquitectos encabezado por V. Paluzh y G.V. Makarévich, se encajó literalmente en los edificios de la calle Kirova y el pasaje Serova. Ambas fachadas fueron conservadas intactas, mientras que la estructura del nuevo bloque, más alto que los antiguos, "penetró" en las paredes donde estaban instalados el primer y el tercer mural, como dos manos que se introducen en el interior de unos guantes. El otro inmueble, el que sostenía el mural central, fue "absorbido" por la mole de cemento y hormigón hasta desaparecer por completo. Las obras finalizaron en julio de 1987.



El nuevo edificio del KGB se "encastó" en el interior de los dos que había en las esquinas de la calle Kirova y el pasaje Serova. Las junturas entre la parte nueva y la antigua son claramente visibles. En la de la calle Kirova (actual Myanitskaya) estuvo instalado el primer mural soviético. Este bloque de oficinas sigue perteneciendo al Servicio de Seguridad del Estado, ahora de la Federación Rusa

Esquina del nuevo edificio (construido entre 1985 y 1987) entre la calle Myanitskaya (a la izquierda) y el pasaje Lubyanskiy (en el centro). El de la derecha con andamios es el Museo Politécnico. En esta esquina se hallaba el tercer mural

El mismo anexo del KGB visto desde el pasaje Lubyanskiy, con el edificio de la Lubyanka (sede del Servicio de Seguridad del Estado) asomando por el lado izquierdo de la imagen

Los muros donde estuvieron instalados estos grandes carteles soviéticos se convirtieron a partir de entonces en espacios interiores del nuevo edificio institucional. Durante años, cientos de funcionarios del KGB estuvieron atravesando a diario las huellas invisibles de aquellas fachadas extintas, seguramente sin ser conscientes de su trasiego espectral. Ahora lo continúan haciendo los jóvenes agentes del FSB, el nuevo Servicio de Seguridad del Estado de la Rusia postsoviética. Quizás alguno de ellos tiene su despacho junto a un tabique donde tiempo atrás estuvo dibujada la barba de Lenin, o el brazo de la koljosiana de Vera Mújina. Es por ello que no debe extrañar a nadie que Moscú sea una ciudad muy proclive a los fenómenos paranormales y las grandes leyendas urbanas. Sus devaneos urbanísticos han creado el escenario perfecto para este tipo de anormalidades. En menos de un siglo un espacio limitado por casi tres mil quinientos metros cuadrados ha contenido una iglesia, diversas viviendas particulares, un descampado, un espacio propagandístico ajardinado, la entrada del apartamento de Mayakovski y los ordenadores del espionaje ruso/soviético. Si allí no hay fantasmas es que los fantasmas, definitivamente, no existen.

Mayakovski



Entre 1974 y 1985, la entrada al Museo Mayakovski daba directamente a la calle justo en medio del espacio propagandístico de la plaza Dzerzhinski

Desde 1987, fecha de la finalización de las obras, para acceder al Museo Mayakovski hay que atravesar la planta baja del antiguo Centro de Computación del KGB (por la puerta de la derecha, la que tiene la palabra "Museo" escrita en lo alto). La entrada a su apartamento se encuentra ahora en el patio interior que se entrevé a través del acceso de la izquierda. En el centro de la fotografía está el busto con la cabeza del poeta  

 El edificio de la esquina de la calle Myanitskaya con la plaza Lubyanka ha sido testimonio de excepción de los cambios urbanísticos que se han producido en este lugar. Esta casa, anterior a la Revolución de 1917 y situada en la acera contraria de donde estaba el primer mural, sobrevivió a la demolición de sus vecinos en 1935 y a la construcción del nuevo anexo del KGB en los años 80. Detrás se ve con claridad el edificio de la Lubyanka

Fotografía de 2012 de la plaza Lubyanka. En el centro se aprecia la rotonda vacía donde estuvo instalada hasta 1991 la estatua de Félix Dzerzhinski. En la parte posterior, a la izquierda, está el edificio de la Lubyanka, sede del Servicio de Seguridad del Estado y, a la derecha, el anexo del KGB (actualmente del FSB) que tapó los murales soviéticos en 1985. Más a la derecha asoma el Museo Politécnico, en la plaza Novaya. En el centro de la imagen, justo entre los dos edificios burocráticos, se puede ver la casa de la fotografía anterior


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