sábado, 2 de mayo de 2015

Takis, el snack de Bimbo destinado a los más... ¿ignorantes?


Desde hace algunos días, las cadenas de televisión de este país están emitiendo un anuncio publicitario en el que una voz en off recita el siguiente texto: 

"Hacerse una selfie en el Carnaval de Venecia es picante. [Picaaaante]. O en el de Río, ¡epa! Esto sí que es picante. [Picaaaante]. O en el de Stalingrado. Eh chicos, este lugar no es picante. Pero el señor sí es picante. Y hay un nuevo snack crujiente y deliciosamente picante. Takis."

¿Stalingrado? ¿Dicen Stalingrado? Pues sí, dicen Stalingrado. ¿Saben sus autores, de la Agencia Publicis, dónde está Stalingrado? ¿Y qué significado histórico tiene esta ciudad?

En la tercera escena del spot, supuestamente rodada en Rusia, los dos protagonistas del anuncio posan sobre el puente Patriarshy de Moscú, a la altura de la isla Balchug (o Bolotny), con la Catedral de Cristo Salvador al fondo. No se trata pues de la ciudad de Stalingrado, situada en el Cáucaso a unos mil kilómetros de distancia de la capital rusa. De hecho, cualquier persona que haya superado la ESO debiera saber que Stalingrado dejó de llamarse así en 1961. La actual Volgogrado recupera ese nombre en algunas fechas señaladas, como el 'Día de la Victoria' del 9 de mayo.


Después del selfie, un presunto ruso en un estado exagerado de embriaguez se apoya sobre el hombro de uno de los dos jóvenes que aparecen en imagen, mientras la voz en off nos recuerda que "hacerse un selfie en el Carnaval de Venecia" o "en el de Río" es picante. Pero que hacerlo "en el de Stalingrado" no lo es, ni tampoco el lugar en sí. Aunque el hombre borracho "sí es picante". ¿El 'Carnaval de Stalingrado'? ¿De verdad mencionan un 'Carnaval de Stalingrado'? Con lo de "picante" debemos entender que se refieren a una mezcla entre "sexy" y "guay".

Analicemos el escenario: un ruso en estado etílico que supuestamente representa una estampa divertida. Unos individuos realizando unos selfies frente a una iglesia rusa (lo del palo con cámara es la versión postmoderna del mono y el hueso de Stanley Kubrick, aunque el nivel de inteligencia del sujeto que lo aguanta es el mismo). Un paisaje nevado ruso que "no es picante" y que afirman que pertenece a Stalingrado, aunque realmente es Moscú. ¿Puede haber un guión más esperpéntico? ¿Se pueden reunir juntos tantos estereotipos y tópicos como los que aparecen en pantalla durante estos 25 segundos? Cuesta creerlo pero la estupidez publicitaria y consumista está superándose a sí misma por momentos.



Stalingrado es la ciudad donde tuvo lugar la 'madre de todas las batallas'. Ocurrió durante la Segunda Guerra Mundial, en el invierno entre 1942 y 1943. En seis meses perecieron allí más de un millón de personas. Y su nombre contiene el de Stalin, personaje siempre controvertido tanto para defensores como para detractores de su período de mandato en la URSS. ¿Por qué últimamente todo lo ruso es tratado con tanta frivolidad? ¿Es acaso gracioso? ¿Es posthumor? ¿O es que permite vender muchos más productos? Cuanto más estúpido sea el anuncio, ¿se consumirá más? La verdad, no me haría mucha gracia una campaña publicitaria rusa hablando de Barcelona con la Cibeles de fondo. O de Zaragoza con la Sagrada Familia adornando la pantalla. O ironizando sobre la Batalla del Ebro para colocarnos alguna marca de vodka.

Este 2015 es el año de la Lengua Española en Rusia y la Lengua Rusa en España. Bonita forma de celebrarlo.


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